Criterios diagnósticos del Trastorno por Estrés
Postraumático:
El DSM-IV (American Psychiatric Association, 1994) y el DSM-IV-TR (American Psychiatric Association, 2000) consideran al TEP como un trastorno de ansiedad e incluyen 6 criterios para su diagnóstico.
El primero (criterio A) se refiere a la delimitación del trauma, señalando que un evento traumático es definido como tal si: (a) la persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno o más acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás; y (b) la persona ha respondido con temor, desesperanza u horror intensos.
Los tres siguientes (criterios B, C y D) se refieren a los síntomas psicológicos del TEP, que se agrupan en tres categorías: (1) reexperimentación, (2) evitación / embotamiento afectivo y (3) aumento de la activación. Deben darse uno o más de los cinco síntomas de reexperimentación, tres o más de los siete de evitación (o embotamiento afectivo) y dos o más de los cinco de hiperactivación. Los síntomas de reexperimentación (B) incluyen pesadillas y flashbacks y han sido considerados como los más patognómicos del TEP (Foa y Rothbaum, 1992). El segundo grupo de síntomas (criterio C) se refiere a la evitación persistente de estímulos asociados al trauma (pensamientos, actividades, sentimientos, lugares, o personas que motivan recuerdos del trauma) y síntomas de embotamiento emocional (tales como reducción del interés o participación en actividades significativas, sensación de desapego, incapacidad para tener sentimientos de amor o expectativas catastrofistas de futuro). El último grupo de síntomas, el aumento de la activación (criterio D), incluye síntomas tales como dificultad para dormir, hipervigilancia e irritabilidad.
Por
último, se incluyen dos criterios referidos a que los síntomas deben
durar más de un mes (criterio E) y deben causar malestar clínicamente
significativo en algún área de la vida (criterio F).
Tabla
1: Criterios para el diagnóstico del TEP según el DSM-IV-TR (APA, 2000)
A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido 1 y 2:
1. la
persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos
caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los
demás
2. la
persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos.
Nota: En los niños estas respuestas pueden expresarse en comportamientos
desestructurados o agitados
B. El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de una (o más) de las siguientes formas:
1. recuerdos
del acontecimiento recurrentes e intrusos que provocan malestar y en los que se
incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. Nota: En los niños pequeños
esto puede expresarse en juegos repetitivos donde aparecen temas o aspectos
característicos del trauma
2. sueños
de carácter recurrente sobre el acontecimiento, que producen malestar. Nota: En
los niños puede haber sueños terroríficos de contenido irreconocible
3. el
individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está
ocurriendo (se incluye la sensación de estar reviviendo la experiencia,
ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos de flashback, incluso los que
aparecen al despertarse o al intoxicarse). Nota: Los niños pequeños pueden
reescenificar el acontecimiento traumático específico
4. malestar
psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan
o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático
5. respuestas
fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o
recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático
C. Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo (ausente antes del trauma), tal y como indican tres (o más) de los siguientes síntomas:
1. esfuerzos
para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso
traumático
2. esfuerzos
para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma
3. incapacidad
para recordar un aspecto importante del trauma
4. reducción
acusada del interés o la participación en actividades significativas
5. sensación
de desapego o enajenación frente a los demás
6. restricción
de la vida afectiva (p. ej., incapacidad para tener sentimientos de amor)
7. sensación
de un futuro desolador (p. ej., no espera obtener un empleo, casarse, formar
una familia o, en definitiva, llevar una vida normal)
D. Síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal) (ausente antes del trauma), tal y como indican dos (o más) de los siguientes síntomas:
1. dificultades
para conciliar o mantener el sueño
2. irritabilidad
o ataques de ira
3. dificultades
para concentrarse
4. hipervigilancia
5. respuestas
exageradas de sobresalto
E. Estas alteraciones (síntomas de los Criterios B, C y D) se prolongan más de 1 mes.
F. Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
Especificar si:
Agudo: si los síntomas duran menos de 3
meses Crónico: si los síntomas duran 3 meses o más.
Especificar
si:
De
inicio demorado: entre
el acontecimiento traumático y el inicio de los síntomas han pasado como mínimo
6 meses.
Referencia:
Crespo, M., Gómez, M. (2011). La Evaluación del Estrés
Postraumático: Presentación de la Escala de Evaluación Global de Estrés
Postraumático (EGEP). Scielo Online. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/clinsa/v23n1/original2.pdf
American Psychiatric Association
(2000). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. (DSM-IV-TR).
Washington, D.C.: American Psychiatric Association. Recuperado de: http://www.psychiatry.org/psychiatrists/practice/dsm
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