jueves, 12 de noviembre de 2015

Conclusiones

En conclusión, debido al accidente que presenció al lado de su esposo e hijos, presenta un trastorno por Estrés Postraumático, el cual es evidenciado a través de una serie de acciones y comportamientos relacionados a las ''pérdida de la realidad'', reviviendo el momento del accidente, en una incansable búsqueda de sus familiares ya fallecidos. 

El Trastorno por Estrés Postraumático es un trastorno de Ansiedad, que se produce tras haber sufrido o también observado algún tipo de acontecimiento que sea traumático, ya sea una violación, asalto o que en este caso es un accidente de auto, que incluye la muerte de familiares importantes para la persona sobreviviente. (Giselle González).

El trastorno de estrés postraumático es un cuadro clínico complejo que presenta diversos núcleos sintomáticos y dos factores claramente diferenciados uno relacionado con la ansiedad y otro con la depresión.
En el caso de Rebeca puedo concluir que esta persona tiene un trauma intenso ya que tiene recuerdos desagradables del accidente que tuvo con su familia  incluyendo imágenes, y pensamientos tiene sueños desagradables, ataques de pánico,trastorno de ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo, y episodio depresivo. (Regina Aza)

miércoles, 14 de octubre de 2015

Alternativas de solución o plan de intervención


He aquí una relación de aquellas técnicas consideradas más efectivas para el plan de intervención:

-Disposición de recursos de contención, que lleven al pacientes a sentirse atendido y entendido, expresarse libremente, o poder depositar, y en cierto modo descargarse,sus miedos o inquietudes.

-EMDR:La Desensibilización y Reproceso por el Movimiento de los Ojos. La aplicación de esta técnica parte de la premisa, para el Trastorno de Estrés Posttraumático (PTSD), de que la ansiedad se debe a que la información acerca del evento traumático permanece sin haber sido procesada, manteniendo bloqueados las cogniciones, conductas y sentimientos acerca del evento. La EMDR facilitaría el reprocesamiento del recuerdo traumático, mediante la reconstrucción cognitiva del evento, asociada a la inducción en el paciente de movimientos oculares sacádicos, y otras formas de estimulación bilateral. 

-Información al paciente sobre la naturaleza del estrés postraumatico: mecanismos básicos, funcionalidad y disfuncionalidad, explicación sobre los síntomas y su alcance, relaciones entre pensamiento, emoción y acción.

-Medicación: normalmente en combinación y como apoyo del tratamiento psicológico. Los medicamentos que hasta la fecha han demostrado una mayor eficacia, tanto en el periodo inicila de estrés agudo, como posteriormente, son los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) y los antagonistas de receptores 5-HT2 (nefazodona). El tratamiento farmacológico ha de estar siempre prescrito y supervisado por el médico.

-Identificación y neutralización del procedimientos contraproducentes, utilizados por el paciente para regular su problema, pero que, en realidad, contribuyen, no a la solución, sino al mantenimiento del problema. Para más información sobre estos procedimientos puede consultarse el apartado Ir de mal en peor del menú de la izquierda.

-Entrenamiento en relajación: respiración diafragmática lenta y relajación muscular progresiva.

-Exposición controlada y progresiva a situaciones temidas, normalmente de forma imginaria. La exposición en un primer momento activa el miedo presente en los recuerdos traumáticos, después permite al paciente tener una experiencia correctora en ausencia de consecuencias aversivas.

-Técnicas cognitivas: reestructuración interpretaciones catastróficas, control pensamientos automáticos,manejo de la culpabilidad, sobreestimación de la probabilidad de ocurrencia de un hecho negativo. Para favorecer estos cambios es frecuente utilizar ejerciciós extructurados,"experiementos conductuales", cuestionamiento de hipótesis mediante "diálogo socrático" o contrastes con la evidencia, etc.

-Optimización de los apoyos sociales y afectivos. Comunicación de los hechos y vivencias traumáticas

-Desarrollo de habilidades de afrontamiento para situaciones específicas. Poner el acento en lo que se quiere que pase, más que en evitar lo que no se desea que ocurra, en una situación dada- Grupos y o materiales de autoayuda, como complemento de la terapia.

Estos son algunos de los recursos terapéuticos más conocidos y probados en el tratamiento del estrés postraumático. Se ha de tener en cuenta no obstante, que estos trastornos pueden venir asociados a otros problemas, que requieren también un abordaje, en el contexto de un tratamiento integrado y convenientemente articulado. El tratamiento, en rigor, no lo es del estrés postraumático , sino de la persona que lo padece, en relación, naturalmente, con la demanda que efectúa.

Los tratamientos suelen desarrollarse individualmente, aunque en algunos en ocasiones, en función del caso y del momento,puede estar indicada la terapia grupal. La duración de los tratamientos oscila normalmente entre seis meses y un año, si bien en algunos casos pueden ser más largos, dado que algunos casos se cronifican.

Los manifestaciones de estrés postraumático suelen aparecer varias semanas después de la ocurrencia de los hechos desencadenantes. Diversos estudios indican que si, en ese periodo previo, los afectados reciben asistencia, se reduce drásticamente la posibilidad de desarrollar el trastorno.


Referencia:. 

Astin,M.C.y Resick, V.E. (1997): Tratamiento cognitivo-conductual del tratorno de estrés postraumático. En V.E. Caballo (Dir.), Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos.

Clínica de la Ansiedad. Ansiedad y sus problemas. Tratamiento psicológico del Estrés Postraumático. Online. Disponible en: http://www.clinicadeansiedad.com/02/82/Tratamiento-psicologico-del-Estres-Postraumatico.htm

Instrumentos de evaluación psicológica

EVALUACIÓN DEL TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO.


Los instrumentos más utilizados para la evaluación de la sintomatología relacionada con el TEP han sido habitualmente los autoinformes, entre los que podemos encontrar dos tipos de instrumentos de evaluación, por una lado las entrevistas y por el otro los cuestionarios, inventarios y escalas. Adicionalmente, en la actualidad los investigadores han dirigido también su interés a la búsqueda de marcadorespsicofisiológicos y neurobiológicos característicos de los pacientes con TEP.

Evaluación mediante entrevista diagnóstica y mediante autoinforme

Comenzaremos describiendo las tres entrevistas más utilizadas para la evaluación del TEP:
  • Structured Clinical Interview for PTSD (SCID) (Spitzer, Williams y Gibbon, 1987). Está basada en criterios para el TEP del DSM III-R, permite comprobar la existencia del trastorno y sus diferentes síntomas, si bien no llega a indicar la frecuencia de los mismos. Ha sido utilizada con frecuencia para realizar evaluaciones pre-postratamiento.
En cuanto al segundo tipo de instrumentos de evaluación, los cuestionarios, inventarios y escalas, existe un buen número de ellos que, además, han demostrado buenas propiedades psicométricas.
  • Minnesota Multiphasic Personality Inventory (MMPI) (Hathaway y Mc Kinley, 1951) y Minnesota Multiphasic Personality Inventory-2 (MMPI-2) (Butcher, Dahlstrom, Graham, Tellegen y Kaemmar, 1989). Dentro de ambos cuestionarios de personalidad encontramos dos escalas que aportan información sobre el trastorno por estrés postraumático. Por un lado la escala Keane PTSD Scale (PK Scale) (Keane, Malloy y Fairbank, 1984) y por otro, la denominada Schlenger and Kulka PTSD Scale (PS Scale) (Schlenger y Kulka, 1989), que arrojan información sobre la existencia o ausencia de la existencia del trastorno.
  • Millon Clinical Multiaxial Inventory-III (MCMI-III) (Millon, 1994). Aporta información similar a la del cuestionario de personalidad anterior, es decir, solo puede confirmar la existencia o ausencia del trastorno.
Referencia: 

Dongil, E. (2013). Trastorno por Estrés Postraumático. Comisión de Estrés Postraumáticos y Malos Tratos. Sociedad Española para el Estrés y la Ansiedad. Disponible en: http://pendientedemigracion.ucm.es/info/seas/comision/tep/tep/index.htm

Análisis de las pruebas psicológicas:


Las pruebas anteriormente descritas fueron útiles para la identificación a la hora de evaluar el caso, gracias a las pruebas y entrevistas realizadas para observar de una forma más detallada y precisa, como la paciente Rebeca se encontraba a nivel mental y psicológico.

Se destacó la participación de niveles de comportamientos relacionadas al Trastorno por Estrés Postraumático, en donde se evidencia la integración de las características anteriormente nombradas del mismo, donde la ''pérdida con el mundo'', es presenciado una y otra vez, recurriendo a un estado de vagabundeo, en el que no sabe qué pasa con el mundo exterior, reviviendo y sintiendo como si todo no hubiera pasado y estaría pasando, datos claves para la interpretación a raíz de las pruebas aplicadas. Teniendo en cuenta que el TEP, es un trastorno de Ansiedad recurrente a un evento traumático. 

La investigación clínica con pacientes aquejados del trastorno de estrés postraumático heteroaplicadas son de gran ayuda para el diagnóstico de este cuadro clínico las entrevistas estructuradas y los auto informes constituyen los instrumentos fundamentales para la evaluación más en concreto las escalas las escalas de evaluación y han contribuido en aumentar el acuerdo entre evaluadores (Hovens et al, 1994) .
Criterios diagnósticos del Trastorno por Estrés Postraumático:

El DSM-IV (American Psychiatric Association, 1994) y el DSM-IV-TR (American Psychiatric Association, 2000) consideran al TEP como un trastorno de ansiedad e incluyen 6 criterios para su diagnóstico.

El primero (criterio A) se refiere a la delimitación del trauma, señalando que un evento traumático es definido como tal si: (a) la persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno o más acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás; y (b) la persona ha respondido con temor, desesperanza u horror intensos.

Los tres siguientes (criterios B, C y D) se refieren a los síntomas psicológicos del TEP, que se agrupan en tres categorías: (1) reexperimentación, (2) evitación / embotamiento afectivo y (3) aumento de la activación. Deben darse uno o más de los cinco síntomas de reexperimentación, tres o más de los siete de evitación (o embotamiento afectivo) y dos o más de los cinco de hiperactivación. Los síntomas de reexperimentación (B) incluyen pesadillas y flashbacks y han sido considerados como los más patognómicos del TEP (Foa y Rothbaum, 1992). El segundo grupo de síntomas (criterio C) se refiere a la evitación persistente de estímulos asociados al trauma (pensamientos, actividades, sentimientos, lugares, o personas que motivan recuerdos del trauma) y síntomas de embotamiento emocional (tales como reducción del interés o participación en actividades significativas, sensación de desapego, incapacidad para tener sentimientos de amor o expectativas catastrofistas de futuro). El último grupo de síntomas, el aumento de la activación (criterio D), incluye síntomas tales como dificultad para dormir, hipervigilancia e irritabilidad.
Por último, se incluyen dos criterios referidos a que los síntomas deben durar más de un mes (criterio E) y deben causar malestar clínicamente significativo en algún área de la vida (criterio F).

Tabla 1: Criterios para el diagnóstico del TEP según el DSM-IV-TR (APA, 2000)

 Criterios para el diagnóstico de F43.1 Trastorno por estrés postraumático (309.81)

A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido 1 y 2:
1. la persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás
2. la persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos. Nota: En los niños estas respuestas pueden expresarse en comportamientos desestructurados o agitados

B. El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de una (o más) de las siguientes formas:
1. recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusos que provocan malestar y en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. Nota: En los niños pequeños esto puede expresarse en juegos repetitivos donde aparecen temas o aspectos característicos del trauma
2. sueños de carácter recurrente sobre el acontecimiento, que producen malestar. Nota: En los niños puede haber sueños terroríficos de contenido irreconocible
3. el individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo (se incluye la sensación de estar reviviendo la experiencia, ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos de flashback, incluso los que aparecen al despertarse o al intoxicarse). Nota: Los niños pequeños pueden reescenificar el acontecimiento traumático específico
4. malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático
5. respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático

C. Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo (ausente antes del trauma), tal y como indican tres (o más) de los siguientes síntomas:
1. esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático
2. esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma
3. incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma
4. reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas
5. sensación de desapego o enajenación frente a los demás
6. restricción de la vida afectiva (p. ej., incapacidad para tener sentimientos de amor)
7. sensación de un futuro desolador (p. ej., no espera obtener un empleo, casarse, formar una familia o, en definitiva, llevar una vida normal)

D. Síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal) (ausente antes del trauma), tal y como indican dos (o más) de los siguientes síntomas:
1. dificultades para conciliar o mantener el sueño
2. irritabilidad o ataques de ira
3. dificultades para concentrarse
4. hipervigilancia
5. respuestas exageradas de sobresalto

E. Estas alteraciones (síntomas de los Criterios B, C y D) se prolongan más de 1 mes.

F. Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

Especificar si:
Agudo: si los síntomas duran menos de 3 meses Crónico: si los síntomas duran 3 meses o más.
Especificar si:
De inicio demorado: entre el acontecimiento traumático y el inicio de los síntomas han pasado como mínimo 6 meses.

Referencia:

Crespo, M., Gómez, M. (2011). La Evaluación del Estrés Postraumático: Presentación de la Escala de Evaluación Global de Estrés Postraumático (EGEP). Scielo Online. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/clinsa/v23n1/original2.pdf 

American Psychiatric Association (2000). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. (DSM-IV-TR). Washington, D.C.: American Psychiatric Association. Recuperado de: http://www.psychiatry.org/psychiatrists/practice/dsm

Diagnóstico

Trastorno por Estrés Postraumático: 

El TEP es un trastorno de ansiedad que suele producirse tras haber sufrido u observado un acontecimiento altamente traumático (atentado, violación, asalto, secuestro, accidente, enfermedad mortal, etc.), en el que está en juego nuestra vida o la vida de otras personas (Dongil, 2008; Iruarrizaga, Miguel-Tobal, Cano-Vindel & González-Ordi, 2004; Miguel-Tobal, Cano-Vindel, Iruarrizaga, González, &  Galea, 2004; Moya-Albiol & Occhi, 2007; Olivares-Crespo, Sanz-Cortés & Roa-Álvaro, 2004). Esta experiencia puede originar un aprendizaje emocional que tiene como fin proteger al individuo frente a nuevas situaciones similares (Conejero, de-Rivera, Páez & Jiménez, 2004), pero que va a ocasionar toda una serie de síntomas agrupados en tres tipos diferentes: rememoración (o reexperimentación), hiperactivación fisiológica y evitación (junto con embotamiento afectivo). Las imágenes de la situación traumática han quedado grabadas en una memoria emocional indeleble y vuelven a reexperimentarse una y otra vez con gran viveza, en contra de la propia voluntad, a pesar del paso del tiempo, con todo lujo de detalles, como si estuviera sucediendo de nuevo (flashback). Estos procesos cognitivos disminuyen la capacidad de concentración, memoria, toma de decisiones, y producen reacciones emocionales muy fuertes, con intensas respuestas de ansiedad (preocupación, miedo intenso, falta de control, alta activación fisiológica, evitación de situaciones relacionadas, etc.), irritabilidad, ira, tristeza, culpa y otras emociones negativas. Todo ello genera una gran activación fisiológica, un tremendo malestar psicológico acompañado de una continua hipervigilancia que mantiene la reacción de estrés, como si volviera a repetirse actualmente la situación traumática, o pudiera repetirse en cualquier momento, generando agotamiento, emociones intensas, pensamientos irracionales, sesgo atencional (todo el tiempo se piensa en lo mismo), sesgo interpretativo (estímulos que antes eran neutros ahora se viven como amenazantes y se evitan), que aumentan aún más la intensidad de las respuestas de ansiedad, sumando más impotencia, debilidad, agotamiento, etc. (Dongil, 2008).

Las características típicas del trastorno de estrés post-traumático son: episodios reiterados de volver a vivenciar el trauma en forma de reviviscencias o sueños que tienen lugar sobre un fondo persistente de una sensación de "entumecimiento" y embotamiento emocional, de despego de los demás, de falta de capacidad de respuesta al medio, de anhedonia y de evitación de actividades y situaciones evocadoras del trauma. Suelen temerse, e incluso evitarse, las situaciones que recuerdan o sugieren el trauma. 

En raras ocasiones pueden presentarse estallidos dramáticos y agudos de miedo, pánico o agresividad, desencadenados por estímulos que evocan un repentino recuerdo, una actualización del trauma o de la reacción original frente a él o ambos a la vez.


Referencia: 

Calero, Dr. (2013). La salud mental. PSICOMED. Disponible en: http://www.psicomed.net/dsmiv/dsmiv7.html

Dongil, E. (2013). Trastorno por Estrés Postraumático. Comisión de Estrés Postraumáticos y Malos Tratos. Sociedad Española para el Estrés y la Ansiedad. Disponible en: http://pendientedemigracion.ucm.es/info/seas/comision/tep/tep/index.htm

jueves, 20 de agosto de 2015

Comprensión, identificación y definición del caso estudiado

Datos de identificación:

Nombre: Rebeca Hasbrouck

Edad: 45 años

Estudios: Universitaria

Profesión: Abogada

Estado civil: Viuda

Hijos: Dos hijos (fallecidos)


Características personales:

Es una persona inteligente, profesional, depresiva, triste, infeliz, confundida, rechazada y melancólica.

Características familiares:   

Vivía en suburbio de clase media alta con su esposo abogado y sus dos hijos, fallecidos tras un accidente en el que solo ella sobrevivió. Con una madre depresiva y unos familiares que la culparon y la rechazaron tras el accidente. 

Características sociales: 

Solo cuenta con una vieja amiga de la Universidad, pero no cuenta con relaciones sociales, ni amistades presentes en su vida. 

Características laborales:

Una abogada exitosa, universitaria y profesional. 

Posibles diagnósticos:  

Estrés postraumático. 

Argumentación teórica: 

El estrés postraumático: El individuo que directa o indirectamente experimentan este tipo de situaciones muestran un perfil psicopatológico común etiquetado en la actualidad bajo el rótulo de ''trastorno por estrés postraumático'' y en algunas ocasiones se presentan otros trastornos asociados como depresión,trastorno de ansiedad generalizada,ataques de pánico o abuso de sustancias (Solomon, Gerrity, & Muff, 1992).


Referencias: 

Esparza, D. (2010). Trastorno por estrés postraumático Conceptualización Evaluación y Tratamiento. Psicología Online. Disponible en: http://www.psicologia-online.com/ciopa2001/actividades/16/

Estudio de caso

CASO CLÍNICO 

Veinte años de práctica clínica no me habían preparado para mi encuentro con Rebecca Hasbrouck. Cuando trabajaba en el Departamento de Pacientes Externos de una institución psiquiátrica grande, había encontrado cientos de personas cuyas historias me conmovieron, por alguna razón, la de rebeca parecía inusualmente perturbadora. Quizá era su parecido a mí en tantas formas lo que me agitaba. Como yo, ella tenía alrededor de 45 años de edad y había sido madre de dos hijos cuando estaba al principio de sus 30s. Había sido criada en una familia de clase media y había asistido a escuelas excelentes. De hecho, cuando hablé por primera vez con Rebecca, mi atención fue atraída por la descolorida fotografía polaroid que apretaba con fuerza en su puño. Era la imagen de una Rebecca jubilosa de 22 años de edad el día de su graduación de una universidad de Ivy League. Estaba parada junto a sus padres y su hermana mayor, todos relucientes de orgullo por lo que había logrado, y con las mayores expectativas sobre su futuro. Después me enteré que planeaba asistir a una de las escuelas de derecho más prominentes en el país, donde se especializaría en derecho marítimo. Todos, incluso ella misma, suponían que le esperaba una vida de felicidad y logro personal. 

Antes de contarles el resto de la historia de Rebecca, déjenme decirles más sobre mi encuentro inicial con ella. Era la mañana del martes posterior al fin de semana del Día del Trabajo. El verano había terminado y yo regresaba de unas vacaciones reparadoras, agobiada un poco por lo que pudiera contener la correspondencia, los mensajes y las nuevas responsabilidades que me esperaban. Había llegado temprano esa mañana, aún antes que la recepcionista, con la esperanza de adelantar mi trabajo. Cuando me acercaba a la entrada de la clínica, me conmocionó, sin embargo, encontrar a una mujer desaliñada recargada contra la puerta cerrada. Su cabello estaba sucio y enmarañado, sus ropas raídas y manchadas. Me vio con una mirada penetrante y dijo mi nombre. ¿Quién era esa mujer? ¿Cómo sabía mi nombre? La vista cotidiana de innumerables indigentes en la ciudad me había insensibilizado al poder de su desesperación, pero de pronto me sobresaltó que uno de ellos pronunciara mi nombre. 

Después de abrir la puerta, le pedí que entrara y tomara asiento en la sala de espera. Mientras emergía de un estado de aparente incoherencia, esta mujer me dijo que nombre era Rebecca Hasbrouck. Explicó que una antigua amiga de la universidad a quien le había telefoneado le había dado mi nombre y mi dirección. Al parecer la amiga de Rebecca reconoció la gravedad de su condición y la exhortó a buscar ayuda profesional. 

Le pedí a Rebecca que me contará cómo podría ayudarla. Con lágrimas rodando por su rostro, susurró que necesitaba “regresar al mundo” del que había huido tres años antes. Le pedí que me contara cuál era ese “mundo”. La historia que se desarrolló parecía increíble. Explicó que apenas unos cuantos años antes, llevaba una vida confortable en un suburbio de clase media alta. Tanto ella como su esposo eran abogados muy exitosos y sus dos hijos eran brillantes, atractivos y atléticamente dotados. De manera rara, Rebecca se detuvo aquí, como si fuera el final de la historia. Como es natural, le pregunté qué había sucedido entonces. Al oír mi pregunta, sus ojos se pusieron vidriosos mientras vagaban a un estado de aparente fantasía. Continué hablando con ella, pero no parecía escuchar mis palabras. Pasaron varios minutos y ella regresó a nuestro diálogo. 

Rebecca procedió a contarme la historia que la llevó a la depresión, desesperación y pobreza. De manera interesante, el punto decisivo en la vida de Rebecca, fue casi 3 años antes del día de nuestro encuentro. Cuando ella y su familia regresaban de unas vacaciones en las montañas, un camión grande chocó violentamente contra su automóvil, causando que el auto, conducido por Rebecca, se saliera del camino y rodara varias veces. Rebecca no estaba segura de cómo su cuerpo salió impelido de los escombros, pero recuerda yacer cerca del vehículo incendiado mientras las llamas consumían a las 3 personas más importantes en su vida. Durante las semanas que pasó en el hospital, recuperándose de sus propias lesiones graves, incluyendo traumatismo craneal, recuperaba y perdía la conciencia, convencida todo el tiempo de que su experiencia tan solo era un mal sueño del que pronto despertaría. 

Cuando la dieron de alta del hospital, regresó a su hogar vacío pero estaba implacablemente atormentada por las voces y recuerdos de sus hijos y su esposo. Percatándose de que estaba en una confusión emocional, acudió a su madre en busca de apoyo y asistencia. Tristemente, la madre de Rebecca también estaba luchando con uno de sus episodios recurrentes de depresión grave y fue incapaz de ayudar a Rebecca en su momento de necesidad. De hecho, su madre le dijo severamente a Rebecca que no le llamara de nuevo, porque no deseaba ser agobiada por sus dificultades. Para aumentar la consternación de Rebecca, ella recibió una respuesta de distanciamiento similar de los padres de su difunto marido, quienes le dijeron que era demasiado doloroso para ellos relacionarse con la mujer que había “matado” a su hijo y a sus nietos. 

Al sentir que no había nadie a quien pudiera recurrir en busca de ayuda, Rebecca se propuso buscar a sus familiares perdidos. En medio de una fría noche de octubre, salió de su casa vestida solo con un camisón y pantuflas. Recorriendo una distancia de más de 6 kilómetros por el centro de la ciudad, gritaba los nombres de estos 3 fantasmas por lugares familiares. Eventualmente, llegó a la puerta de la casa del jefe de policía y gritó a todo pulmón que deseaba que sus hijos y esposo fueran liberados de prisión. Se llamó a una patrulla y ella fue llevada a una sala de urgencias psiquiátricas. Sin embargo, durante el proceso de su admisión con astucia se escabulló y se puso en marcha para reunirse con sus familiares quienes estaban “llamándola”. Durante los 3 años que siguieron a este trágico episodio, Rebecca cayó en una vida de vagabundeo perdiendo todo el contacto con su mundo anterior. 

Doctora Sarah Tobin